Un líder que inspira no solo motiva a sus equipos, sino que también impulsa la innovación, la productividad y el bienestar laboral, creando un entorno en el que los empleados se sienten valorados y comprometidos.
Nos evaluamos como líderes inspiradores? Claramente No lo somos.
Los talentos rotan con una frecuencia que no podemos prevenir, provocando ineficiencias en los negocios y grandes costos en inducciones. Los datos son categóricos: La desmotivación costó U$ 8.9 billones globalmente en el 2023, mientras que el 77% de los colaboradores se declara desinteresado o apático en sus responsabilidades y tareas.
La falta de compromiso de los colaboradores es el gran desafío en las organizaciones de hoy.
Sabemos, según Gallup, que los empleados que consideran que sus líderes son inspiradores tienen un 70% más de probabilidades de estar comprometidos con su trabajo, lo que se traduce en un incremento significativo en la productividad.
La responsabilidad está de nuestro lado. Debemos re-aprender y desafiarnos a poner en acción nuevas prácticas. Aquello que nos trajo hasta hoy, no nos llevará al éxito de mañana. Es hora de aceptarlo y obrar en consecuencia. Repasemos tres prácticas claves:
- Comuniquemos asertivamente los objetivos: Establezcamos metas que inspiren a los equipos a alinearse con la visión de la organización. Revisemos de que la comunicación sea comprensible y relevante para todos, conectándola con los valores y aspiraciones personales de los colaboradores.
- Practiquemos la empatía y la escucha activa: Dediquemos el tiempo a escuchar a los empleados, comprender sus necesidades y preocupaciones, y demostrar empatía. Genuinamente valoremos las opiniones de los equipo y utilicemos esa información para tomar decisiones que maximicen los resultados y cohesionen al equipo.
- Practiquemos el reconocimiento y retroalimentación constructiva: Reconozcamos y celebremos los logros de los colaboradores, tanto grandes como pequeños. Mantengamos conversaciones de retroalimentación constructiva que motive e inspire a los equipos a seguir mejorando y creciendo en sus roles.
- Fomentemos un ambiente de colaboración y confianza: Construyamos un entorno donde los empleados se sientan seguros para compartir ideas y asumir riesgos. Promovamos la colaboración en lugar de la competencia interna, construyendo de este modo, una cultura de confianza y apoyo mutuo.
McKinsey & Company ha identificado que las empresas con líderes inspiradores son 2,3 veces más propensas a ser altamente innovadoras, lo que les permite adaptarse mejor a los cambios del mercado y mantener una ventaja competitiva. Estemos a la altura y asumamos nuestra responsabilidad de desarrollar las habilidades que necesitamos.
Hagámonos cargo.
